Aunque me tapo los oídos con la almohada
y gruño de rabia cuando suena
el despertador...
gracias a Dios que puedo oír...
Hay muchos que son sordos.
Aunque cierro los ojos cuando,
al despertar,
el sol se mete en mi habitación...
gracias a Dios que puedo ver...
Hay muchos que son ciegos.
Aunque me pesa levantarme y pararme de la cama...
gracias a Dios que tengo fuerzas para hacerlo...
gracias a Dios que tengo fuerzas para hacerlo...
Hay muchos postrados que no pueden.
Aunque regaño porque no encuentro mis cosas
porque los niños hicieron un
desorden...
gracias a Dios que tengo familia...
Hay muchos solitarios.
Aunque la comida no estuvo buena
y el desayuno fue peor...
gracias a Dios que
tengo alimentos...
Hay muchos con hambre.
Aunque mi trabajo es monótono y rutinario...
gracias a Dios que tengo
ocupación...
Hay muchos desempleados.
Aunque no estoy conforme con la vida,
peleo conmigo mismo
y tengo muchos
motivos para quejarme...
gracias a Dios por la vida.
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