martes, 15 de noviembre de 2011

La Rosa Es Bella Con Sus Espinas

                            Por: Ramón CuasRosa blanca
     Cuando a un poeta se le agotan las palabras para halagar a la mujer, apela a las flores. Sus palabras entonces, ya no solo son bonitas, sino que ahora tienen además la fragancia de la flor.

     En este sentido la rosa lleva la delantera. La rosa roja por ejemplo, nos habla del cariño, del amor. La blanca nos habla de la amistad, de la pureza, de la ternura y así sucesivamente.

     La rosa es bella, linda, hermosa, fina, tersa, delicada, frágil.
Cuando se la trata con amor y cariño, hasta nos regala su perfume. De lo contrario responde con filosas espinas, buscando repeler a los desaprensivos, que la deshojan despiadadamente.

     Afortunadamente, aún con sus espinas, la rosa es bella y hermosa. Regala amor y fragancia, a los que la saben tratar. No hay que clavarse.

     Lo mismo con la mujer. No ha valido que Dios la haya hecho bella, linda, hermosa, delicada, frágil y con un agradable olor a mujer.
La han estado humillando, maltratando y hasta asesinando sin misericordia. De ahí que se ha armado de espinas para repeler a sus ofensores. Ahora dicen que es mala.

     Los que la saben tratar, la siguen viendo linda, hermosa, preciosa y bella aún con sus faltas. La mujer es una criatura especial de Dios. Jesús así lo entendió. Por eso siempre la trató con especial respeto.
Todos cometemos errores, pero se ha sido severo con ella. Tendrá espinas, pero con el trato adecuado, nadie se clava. Sigue siendo bella, hermosa y fragante.

     Aún con espinas sigue siendo mujer. La mujer, como la rosa es bella con sus espinas.

2 comentarios:

  1. Te encantó, porque también eres bella como una rosa. Nunca he podido ver tus espinas, tan solo tus pétalos. Te quiero mucho, mi sobrina.-

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