miércoles, 21 de diciembre de 2011

El Asno De Burrilandia

Por: Ramón F Cuas Jones

       Me cuentan, que una vez, hace mucho tiempo, se quedó un burro varado en un monte, en puro invierno. Todo estaba cubierto de nieve; nada que comer. Estaba cansado y muerto de hambre.

Ya dispuesto a rendirse, vio a lo lejos, lo que le pareció, podía ser su salvación. Como pudo se allegó al lugar. Efectivamente, era una gigantesca granja. Sonrió cuando vio en la primera instalación de la finca,  una estiba de heno en el fondo hacia la derecha.

       Armándose de valor, trastabillando llegó a su comida. Pero cuando miró a su izquierda, vio otra estiba más grande. Pensando que era tan grande como su hambre, se encaminó hacia allá.

       Al llegar, determinó, que la que había dejado atrás era más fresca, por lo que regresó a la primera estiba de heno.

       Para no cansarte, debo decirte, que el jumento, caminando de una estiba a la otra, murió de hambre, ante tanta comida, por no decidirse. Por supuesto que no eres un asno, mucho menos de Burrilandia. Pero si no sabes tomar decisiones a tiempo, igualmente puedes perecer.

       Tu vida es valiosa. Tienes el deber de preservarla. Eres una criatura divina. Estás hecho a imagen y semejanza de Dios; una maravilla del universo. Pero el indeciso le resta calidad a su existencia.

       Una buena guía sería la Biblia. Ahí están los mejores consejos de acuerdo a tu investidura. Dios es bueno y te quiere para siempre. No debes perecer de hambre, ante tanta abundancia.

No mueras como:
El Asno De Burrilandia

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