Chistes 30 ago, 2008
Un día, una dueña de casa buscaba leña para su cocina. Estaba
cerca del río, cortando una rama de un árbol caído cuando se le escapó el hacha
de las manos y fue a parar al fondo del río.
La mujer suplica a Dios y El apareció. Le preguntó: ¿Por qué
estás llorando mujer?
La mujer respondió que su hacha se había caído al río. Dios
entró al río, sacó un hacha de oro y le preguntó a la mujer: ¿Es esta tu hacha?
La noble mujer respondió: No, Dios; no es esa.
Dios entró nuevamente y sacó del río un hacha de plata y volvió
a preguntar: ¿Es esta tu hacha, mujer? No, respondió la mujer…
Dios volvió nuevamente al río y sacó un hacha de fierro y madera
y preguntó: ¿Es esta tu hacha?
Sí, respondió ella; ¡esa es!
Dios estaba tan contento con la sinceridad de la mujer; que la
mandó de vuelta a su casa regalándole las otras dos hachas.
Otro
día la mujer y su amado esposo estaban paseando por los campos, cuando él
tropezó y cayó al río. La infeliz mujer que no sabía nadar… se puso a suplicar
a Dios.
El apareció y le preguntó: Mujer otra vez tú… ¿Por qué estás
llorando? La mujer dijo que su esposo había caído al río y se había ahogado.
Inmediatamente Dios se tiró de cabeza al río; sacó de las mechas
a Brad Pitt y le preguntó a la mujer: ¿Es este tu esposo? Si, si, si, asintió
la mujer. Entonces Dios se enfureció. Eres una mujer mentirosa… exclamó!!!.
Pero
rápidamente la mujer le explicó: Dios, perdone usted, pero fue un mal
entendido. Si yo hubiese dicho que ‘no’ entonces usted me hubiera traído a Mel
Gibson del río y si le hubiera vuelto a decir que tampoco era él; usted me
hubiera traído a mi marido y cuando dijera que sí; usted me mandaría para mi
casa con los tres hombres.
Más
yo soy una humilde mujer y no podría cometer ‘TRIGAMIA’….
Por
eso es que le dije si al primero de ellos…
Dios
halló justo el comentario de la mujer y la perdonó.
MORALEJA:
Las mujeres mienten tan bien; que hasta Dios les cree’.
Las mujeres mienten tan bien; que hasta Dios les cree’.
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