La milagrosa
recuperación de Caleb Teodorescu desafía todas las leyes de la probabilidad.
Hoy se le ve sonriente y activo como cualquier otro niño de dos años, pero hace
una semana su corazón se detuvo durante unos 30 minutos y fue declarado
técnicamente muerto.
El 25 de noviembre la madre de Caleb lo encontró en
el fondo de la piscina familiar tras varios minutos sumergido. El niño se había
escurrido hacia el patio mientras Mihaela estaba en el baño y cayó
accidentalmente al agua. Al verlo completamente azul, ahogado, la mujer se puso
histérica y gritó por ayuda. Un vecino acudió en su auxilio e intentó
reanimarlo, pero fue en vano.
“Yo le rogaba a Dios y decía: ‘¡No me lo
puedes quitar!”.
La familia había comprado recientemente todos los
materiales para colocar una cerca de protección en la piscina y solo estaban a
la espera de instalarla. Pero la desgracia los sorprendió.
Tampoco
resultaron los esfuerzos de los paramédicos en el trayecto al hospital. Caleb
llegó sin signos vitales y no fue hasta media hora después que los médicos
lograron restablecer los latidos de su corazón.
Aún así, los pronósticos
eran sombríos.
Un trauma de tal envergadura puede dejar graves secuelas, y
se temía que Caleb no volviera
a ser el mismo de antes. “El murió literalmente fuera del hospital”, dijo a ABC
el pediatra de cuidados intensivos Corey Philpot, quien atendió al pequeño en el
Centro Médico Banner Thunderbird, en Glendale, Arizona.
Según los
doctores, el uso de la hipotermia terapéutica salvó la vida del niño. La técnica
de vanguardia consiste en colocar el cuerpo en estado de hibernación para
prevenir daños cerebrales. Luego de cinco días bajo tratamiento, comenzó la
extraordinaria recuperación.
Caleb abrió los ojos, pudo moverse y, para sorpresa de
todos, no mostró señales de discapacidad. El Dr. Philpot asegura que será 100
por ciento normal y la mayoría de las personas no se dará cuenta de lo sucedido.
De hecho, sus padres han notado que habla mucho mejor ahora.
"Es algo simplemente increíble, el mejor milagro de Navidad que alguien puede
recibir”, dijo el padre Ovi Teodorescu. “Uno puede decir que alguien así está
muerto. Y él está vivo hoy, y no solo vivo, no tiene discapacidades, habla y
camina”.
En este video del ABC (en inglés) puede ver a Caleb recuperado:
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