lunes, 7 de enero de 2013

La Madre Que Tenía Un Sólo Ojo

Mi madre tenía un sólo ojo. La odiaba. Se veía algo así como un monstruo. Cocinaba para los estudiantes y los maestros para sostener la familia.

Un día en la primaria vino a saludarme. Me sentí muy avergonzado.

¿Cómo me podía hacer esto? La ignoré, le lancé una mirada llena de odio y salí corriendo. Al otro día de clase, un amiguito me dijo:
"¡Hey, tu mamá tiene un solo ojo!"

Me quería morir. Quería también desaparecer a mi mamá. La confronté ese día y le dije:
"Me has hecho el hazme reír en la escuela. ¿Porqué no te mueres?

Ella no respondió. No me detuve a pensar ni un solo segundo lo que estaba diciendo, porque estaba furioso. Estaba lastimando sus sentimientos.

Me quería ir de la casa y no tener nada que ver con ella. Así que estudié duro para salirme de su lado.

Me casé, compré una casa y tuve hijos. Estaba contento con mi vida, mis hijos y mi confort. Un día, mi madre me vino a visitar. No me había visto en años, ni había conocido a sus nietos.

Cuando se paró en la puerta, mis niños se rieron de ella. Le reclamé por venir a mi casa, sin estar invitada. Le grité:
"¿Cómo te atreves a venir a mi casa y asustar a mis muchachos?
VETE DE AQUI AHORA MISMO. NO TE QUIERO VOLVER A VER".
 
Ante esto, mi madre respondió tranquilamente,
"Oh, perdóname, lo siento mucho. Parece que me equivoqué de dirección" y se retiró del lugar.
 
Un día me llegó a la casa, una invitación a una reunión de la escuela. Le mentí a mi esposa, diciéndole que iba a un viaje de negocio. Después de la reunión fui a barrio, simplemente por curiosidad.
 
Los vecinos me dijeron que ella falleció. No me salió ni una sola lágrima. Me pasaron una carta, que ella quería que me entregaran:

Mi querido hijo:
 
Todo el tiempo estuve pensando en ti. Estoy muy apenada de haber ido a tu casa y asustado a tus niños. Me puse contenta, cuando supe que venías a la reunión, pero no me podré levantar para verte.
Me apena mucho haber sido una vergüenza para ti mientras crecías.
 
Verás... cuando eras muy pequeño, tuvistes un accidente, donde perdistes un ojo. Como madre no resistía verte crecer con un solo ojo. De esta manera te di el mío.
 
Me sentía tan orgullosa, de que mi hijo pudiera ver a todo el mundo por mi, en mi lugar, con mi ojo.
 
Con todo mi corazón para tí,
 
Tu Madre.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario