Una maestra quiso demostrar a sus niños de primaria, que Dios es un mito. No existe. La clase ocurrió así:
Maestra: Hoy vamos a aprender que Dios no existe. (Entonces dirigiéndose a uno de los niños dice:) ¿Tito, ves el árbol allá fuera?
Tito: Sí, maestra.
Maestra: ¿Tito, ves la hierba?
Tito: Sí, maestra.
Maestra: Vete afuera y mira hacia arriba y dime si ves el cielo.
Tito: (Regresando unos minutos mas tarde) Sí, vi el cielo, maestra.
Maestra: ¿Y vistes a Dios?
Tito: No, maestra.
Maestra: Esto es exáctamente mi punto. Podemos ver todo lo que existe, pero no podemos ver a Dios, porque Él no existe. Es un cuento.
En ese momento, María, una compañera de Tito, pidió a la maestra, si podría hacerle más preguntas a Tito.
La maestra, algo sorprendida, accedió.
María: ¿Tito, ves los árboles afuera?
Tito: Sí
María: ¿Ves la hierba?
Tito: (Ya aburrido de tantas preguntas, contesta) Síííííííí.
María: ¿Ves a la maestra?
Tito: Síííííííí.
María: Todo lo que existe se ve, ¿cierto?
Tito: Síííííííí.
María: ¿Ves el cerebro de la maestra?
Tito: Noooo.
María: Entonces, Tito, según nos han enseñado hoy, ¡nuestra maestra no tiene cerebro!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario