miércoles, 9 de enero de 2013

Muerte En El Talmur

Un hombre rico mandó a su sirviente al mercado en busca de provisiones. En el camino, éste se cruzó con la Muerte, que lo miró fijamente a los ojos. El sirviente empalideció corriendo dejando tras de sí las provisiones y la mula.
 
¡Amo! ¡Amo!, por favor, necesito un caballo y algo de dinero para salir ya mismo de la ciudad. Si salgo ya mismo quizás llegue a Tamur antes del anochecer, por favor amo.
 
El amo le preguntó sobre tan urgente pedido y el sirviente le contó el encuentro con la Muerte.
 
Entonces el amo le entregó una bolsa con monedas de oro y el corcel más rápido que tenía.
 
Gracias, amo, dijo el sirviente, corriendo velozmente para llagar a Tamur.
 
Cuando el sirviente se marchó, el acaudalado hombre caminó hasta el mercado en busca de la Muerte.
 
¿Porqué asustaste a mi sirviente?, le preguntó cuando la vió.
 
¿Asustarlo yo?, preguntó la Muerte.
 
Sí, dijo el hombre rico. Me contó que al cruzarlo lo miraste en forma amenazadora.
 
Yo no lo miré amenazante, dijo la Muerte. Lo miré sorprendida. No esperaba verlo aquí esta tarde, porque se supone que tengo que recogerlo en Tamur esta noche.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario