viernes, 25 de enero de 2013

Mujer Despertó En Plena Operación Quirúrgica


Posted: 24 Jan 2013 11:19 AM PST
despierta operacion dolor 40 minutos

Sarah Newton, de 32 años, vivió la experiencia más terrible de su vida. Paso más de 40 minutos despierta mientras que estaba siendo operada, no podía moverse ni gritar debido a los efectos de la anestesia.

Le diagnosticaron hipertension intracraneal, que le causaba dolores de cabeza y con la posibilidad de dejarla ciega. Los médicos debían de operarla para evitar que fuera a peor, tenían que drenar líquido de su cerebro presionado en su estómago.

Ella asegura despertar de la anestesia justo cuando el cirujano le cortaba el estomago. Permaneció paralizada sobre la mesa de operaciones sin poder hacer ninguna señal de que estaba despierta, incluso podía oír a los médicos hablar sobre ella.

Sarah sentía cada incisión que se le hacia, recurrió a contar cada grapa y punzada que se le daba hasta el final de la operación. Veinte minutos después de la operación, la anestesia remitió y Sarah sufrió un ataque de histeria.

Ella cuenta que se despertó con mucho dolor. “No hay palabras para describir cómo me sentí”, dijo. “Pude sentir cómo me cortaban. Me abrían el estómago. No estaba segura de si estaba soñando. Les pude oír hablar pero no me podía mover. Trataba de gritar. Intenté deseperadamente mover mis dedos de los pies pero no podía mover nada. Intenté acelerar los latidos de mi corazón para que se dieran cuenta, pero no se enteraron. No podía hacer nada”, relató.

El hospital universitario de Coventry la ha indemnizado con algo más de 35.000 euros como compensación. El cirujano admitió su culpa, había desconectado la anestesia demasiado pronto para que la recuperación de Sarah fuera más rápida después.
En total llega a recordar unos 40 minutos de operación, aunque le parecieron horas. Nada más despertar comenzó a gritar de forma incontrolada, el médico fue atenderla y fue entonces cuando contó lo que había sufrido. Le dije: “Estaba despierta. Él estaba mortificado. No paraba de decir "lo siento, no debería haberlo hecho”.

El sentimiento de estar atrapada era peor que el dolor. Nunca había experimentado el auténtico pánico hasta entonces. Creía que iba a morir. Era como si me torturaran, pero no podía pararlo”, afirma.

Ahora le han diagnosticado un severo estrés postraumático, con ataques de ansiedad y agorafobia, lo que le ha llevado a estar encerrada seis meses en su casa. Ahora toma morfina cada día y sólo recientemente ha empezado a salir de casa.

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